Hace tiempo que me rondaba por la cabeza el «meterme» con Sin City de Frank Miller; sus volúmenes llamaban mi atención en bibliotecas y tiendas de cómic y la tentación de cogerlos eran grandes.
Conocía a Frank Miller como todos a los que nos gustan los comics; su fama, así como una de sus populares obras «300» que al igual que ocurre con “Sin City” fue llevada al cine hace unos años.
Así que espere a que hubiera un «hueco» en la tele entre Disney Channel y Boing, y me preparé para ver la película.
La primera sorpresa agradable fue comprobar que la cinta estaba dirigida por Robert Rodríguez, uno de mis directores favoritos.
La película guarda la estética del cómic de Miller, rodada en blanco y negro con colaboraciones estelares y una adaptación impresionante que en algunos momentos nos da la impresión de estar viendo un cómic.
Robert Rodríguez narra en la película una serie de historias que se entremezclan teniendo como hilo conductor la ciudad de Sin City.
Al igual que ocurre con Pulp Fiction, la famosa película de Tarantino, Sin City tiene un argumento circular donde hasta el final la historia no queda «redonda» y hay momentos en los que creemos que estamos viendo episodios separados. Cuatro historias, con prólogo y epílogo, que nos llevan hasta los «bajos fondos» de la ciudad:
- · Prólogo: El cliente siempre tiene la razón
- · Primera historia: Ese bastardo amarillo 1/2
- · Segunda historia: El duro adiós
- · Tercera historia: La gran masacre
- · Cuarta historia: Ese bastardo amarillo 2/2
- · Epílogo: Historia de cierre
Cargada de gente famosa, como Mickey Rourke (espléndidamente caracterizado), Bruce Willis, Jessica Alba o Benicio del Toro.
Un «Barrio Viejo», lleno de prostitutas esculturales y violentas, al más puro estilo Kill Bill, pero que son las «buenas» de la ciudad, una cuadrilla de mafiosos realmente perversos…
De corte violento y explícito como la mayoría de las películas del mejicano, reflejando fielmente el estilo de los cómics de Miller y su estética, gama cromática incluida.
Si te gusto Pulp Fiction y eres de los que no se arruga por ver sangre en la pantalla no dejes de verla.
El blog de Isaac Bolea 